Tras Comporta, el viaje nos lleva ahora a Sylt, otro rincón exquisito a orillas del Atlántico europea que respiran autenticidad, belleza y discreción.
Sylt es una isla alemana situada cerca del continente y en el duro Mar del Norte, a la altura de Dinamarca. Su luz tiene un encanto especial, y gran parte de su territorio sigue siendo completamente salvaje. Su sector occidental cuenta con una extensa playa de 40 km, poco urbanizada.
La isla posee una arquitectura característica y bella. Aunque su pequeña capital, Westerland, es más urbanizada, en Sylt se conservan encantadores pueblecitos como Kampen, Keitum y Hórnum. Es un lugar ideal para pasear en bicicleta o a caballo, donde el tiempo parece detenerse.
Probablemente es el sitio de veraneo más exclusivo de Alemania, pensado de y para alemanes (aquí no encontrará nada escrito en inglés), aunque para quien vaya buscando un buen clima… este sitio no es el más indicado.
TIENDAS
Una de las características más distintivas de Sylt es que sus tiendas y restaurantes no están ubicados en edificios comerciales, sino en casas enteras, decoradas con mucho gusto y estilo, especialmente en Keitum.
Si visitas la isla, no te pierdas Kastenhuber , donde venden nuestros bolsos. Merece la pena.
HOTELES
Fuera de Westerland, la mayoría de los hoteles son grandes mansiones decoradas con una elegancia excepcional. Algunas de las mejores opciones incluyen:
Relais & Châteaux Landhaus Stricker
Hotel Stadt Hamburg
Severin's Resort & Spa
Hotel Fährhaus
Hotel Parkresidenz Christian VIII
RESTAURANTES
Como te puedes imaginar, el pescado es la estrella del menú en Sylt, pero pidas lo que pidas, comerás bien.
Fährhaus – El restaurante del hotel. Informal, elegante y con mucho encanto.
Vogelkoje – Informal pero refinado. Una apuesta segura.
Samoa Seepferdchen – Probablemente el restaurante más popular de la isla. Un rincón apartado en la playa, perfecto para disfrutar de pescado y marisco fresco.
Schöders (en Keitum) – Un magnífico restaurante con vistas al mar.